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Con un fino manejo del humor y un ritmo que no decae, Di Tata Roitberg despliega en Mosquita Muerta un abanico de historias en las que lo cotidiano y lo inesperado se dan cita en cada una de sus páginas.
Testimonios de vida, aventuras amorosas e intentos de estafa se entrecruzan en esta obra en tono de comedia que es a la vez un fresco de sutiles matices sobre la condición humana. Una obra imperdible de la nueva narrativa argentina.
Rosa Cisneros, escritora española.
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El joven autor barilochense Emilio Di Tata Roitberg nos vuelve a sorprender con su nueva obra. En esta ocasión se trata de una serie de cuentos breves y desenfadados bajo el título de Mosquita Muerta.
Cada uno de estos relatos es una estampa de la vida cotidiana de muchos argentinos. Tanto en ésta como en su primera obra, El Oso (2007), Di Tata Roitberg apuesta por el relato de historias inspiradas en la realidad que él y buena parte de la sociedad argentina han vivido.
La lectura de estos textos activa en el lector el recuerdo de la voz de algún amigo o vecino relatando hechos semejantes, el cantito de otro mientras sube la escalera del monoblock o espera ser atendido en el almacén.
De fácil lectura y pródiga en lunfardismos, la rapidez de estos relatos resulta casi cinematográfica y permiten al lector atravesar “a pelo” las páginas de esta obra. De cuidada edición y a un precio más que accesible, Mosquita Muerta incluye además un breve glosario de argentinismos para facilitar la comprensión de lectores de otras latitudes.
María Victoria Goicoechea, Profesora y Licenciada en letras (Bariloche, Argentina).

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